ALICANTE (EFE). El Departamento de Filología Catalana, la Unidad para la Educación Multilingue y el Servicio de Lenguas de la Universidad de Alicante (UA) han mostrado su rechazo y "profunda preocupación" por la declaración institucional aprobada por el PP y Vox en el pleno de este jueves, dirigida a Les Corts para que la ciudad deje de ser una zona de predominio lingüístico valenciano y pase a ser incluida como castellanohablante.
En un comunicado conjunto, estas instituciones académicas alertan de "las graves consecuencias" culturales, educativas y sociales que esta medida podría comportar y recuerdan que el valenciano es un elemento esencial de la historia y la identidad de Alicante. Un cambio como el propuesto, "en caso de aplicarse, constituirá un retroceso injustificable e incomprensible, con consecuencias gravísimas para los vecinos de Alicante y para la relación de la ciudad con el resto del territorio valenciano", advierten.
Mantienen que la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV), "aprobada el 1983 en la ciudad de Alicante (y conocida, por este motivo, como la 'Ley de Alicante'), establece en el Título V, Artículo 35, una división territorial de la comunidad autónoma en zonas lingüísticas según el predominio del valenciano o del castellano". "Esta adscripción territorial no se hizo en función del uso social actual de la lengua, sino de criterios históricos, teniendo en cuenta que ha estado tradicionalmente la lengua propia de cada municipio. En la distribución, se tuvieron en cuenta los trabajos académicos del Instituto de Filología Valenciana de la Universitat de València y de la Universidad de Alicante", señalan.
Alegan que los argumentos que sostienen la declaración institucional, que "se basan en el uso social actual del castellano como lengua mayoritaria en la ciudad de Alicante, no son suficientes para modificar el texto de la LUEV y, más todavía, traicionan el espíritu de la ley".
El valenciano, "elemento indiscutible" de la identidad de Alicante
En esta línea, afirman que "el valenciano no es un elemento ajeno ni una imposición reciente en la ciudad" de Alicante, "sino un elemento indiscutible de su historia y de su identidad". Manifiestan que "la sustitución lingüística, como demuestran los trabajos académicos publicados por investigadores de la Universidad de Alicante pero también la memoria colectiva en Alicante, se ha producido durante el siglo XX y no ha sido un proceso ni espontáneo ni inevitable, sino el resultado de políticas lingüísticas represoras y de una diglosia estructural ejercida sobre los alicantinos y, en general, sobre las minorías lingüísticas en España en favor del castellano".
"El caso de Alicante, por lo tanto, no es el de las localidades del Baix Segura o del Vinalopó Mitjà, en que el valenciano dejó de ser lengua de uso familiar en los siglos XVII o XVIII. Ni es tampoco el caso de localidades como Villena o Sax, históricamente pertenecientes al Reino de Castilla. No le corresponde, pues, formar parte de la zona de predominio lingüístico castellano que establece la LUEV", aseguran. Indican que, "a pesar de que el uso del valenciano en la ciudad de Alicante como lengua primera se ha reducido, nunca ha llegado a desaparecer del todo" y aseguran que, "como demuestran las encuestas, son muchos los alicantinos valencianohablantes que existen y que usan diariamente la lengua en la ciudad".
De igual modo, las instituciones académicas de la UA, señalan el cambio de adscripción en Alicante comporta "negarle derechos" a los ciudadnos. "Más todavía, el cambio de adscripción de la ciudad de Alicante tendría implicaciones educativas, sociales, culturales y económicas gravísimas para la población alicantina. Posiblemente las consecuencias más graves las veríamos en el ámbito educativo, puesto que el cambio de adscripción comportaría la modificación del tratamiento de la lengua en los centros educativos del municipio", advierten.
También destacan que el valenciano forma parte de la "identidad alicantina" y, a este respecto, señalan que en esta lengua "está escrito el himno de la ciudad" y es la lengua de "las fiestas más emblemáticas, como las Fogueres de Sant Joan o la Santa Faz", o de la gastronomía.
Por último, exponen que "si Alicante renuncia a su lengua histórica, el valenciano, también renunciará a la capitalidad que tendría que ejercer la ciudad sobre su comarca y sobre su provincia", e inciden en que "renunciar" al valenciano "convierte la ciudad en un lugar hostil para los valencianohablantes que lo tendrían que tener como referente. Si Alicante quiere ser capital, no puede obviar el valenciano", sentencian.