ALICANTE. No va más. La Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Alicante pone límite a la celebración de disparos pirotécnicos ajenos a los días centrales de las fiestas populares de la ciudad con el fin de racionalizar el operativo público que resulta necesario habilitar para garantizar su desarrollo en condiciones de seguridad. A partir de ahora, se hará valer con rigurosidad el máximo de eventos amparados en la propia Ordenanza de Fiestas en el que se establece que podrán autorizarse un máximo de diez disparos vinculados a la entidad organizadora de las fiestas oficiales: les Fogueres.
Así se concreta de forma literal en el artículo 24,2 de dicha regulación, en el que se dispone que se permitirá "de manera discrecional" la celebración de eventos pirotécnicos "con el objeto de fomentar, potenciar o dinamizar el adecuado desarrollo y difusión" de las fiestas "aun cuando su realización no coincida con el calendario oficial que se apruebe en las distintas Fiestas Populares". En esta línea, se añade que "en dicho supuesto, se limitarán a un máximo de seis autorizaciones en cómputo anual para la realización de actos de índole festiva en determinadas fechas puntuales, al margen de su calendario oficial de fiestas, a cada uno de los sujetos facultados para la organización de Fiestas Populares relacionados en los apartados segundo y tercero del artículo 12 de esta Ordenanza". A lo que se puntualiza que el número de autorizaciones "podrá incrementarse hasta un máximo de diez en el caso de la Entidad Festera de carácter colectivo a la que corresponda la organización de las Fiestas Oficiales de la ciudad".
La imposición de ese límite queda establecido a través de un decreto firmado por la titular del departamento municipal de Fiestas, Cristina Cutanda, en el que se regula los permisos para la celebración de esos disparos pirotécnicos en suelo municipal para el año 2025. De acuerdo con ese decreto, esa disposición resulta necesaria a la vista de un informe evacuado por la Concejalía de Seguridad, con fecha de 26 de mayo, en el que se precisa que en los seis primeros meses de este ejercicio se han celebrado ya 16 mascletàs en distintos emplazamientos, lo que ha motivado la movilización de los correspondientes recursos materiales y de personal que limitan la capacidad de cobertura de otros servicios.
En dicho informe se apunta que "durante los últimos años, hemos venido atendiendo estos disparos pirotécnicos, si bien se observa una tendencia creciente en el número de solicitudes de servicios a prestar, que en los dos últimos años llegaba a los nueve disparos, pero que en el presente ejercicio 2025, y en sólo medio año, ya alcanza el número de 16, lo cual es inasumible para el servicio policial actual".
El decreto dictado por Fiestas abunda, a partir de ese informe, en que la organización de las mascletàs conlleva la disposición de dotaciones extraordinarias de efectivos de policía local y bomberos en aras de garantizar condiciones de seguridad. Esos dispositivos incluyen la señalización y vallado de la zona en la que se vaya a producir el evento con horas de antelación, el control de accesos, la supervisión del montaje pirotécnico antes y después del disparo, y la limpieza y retirada de todos los elementos de seguridad posterior.
Necesidad de armonizar medios y pago de horas
De ahí que se considere indispensable "armonizar los medios humanos disponibles" con los disparos pirotécnicos ante el "elevado coste de efectivos" que requieren. Así se hace constar, de hecho, en el mismo informe emitido por el área de Seguridad, en el que se señala que "respecto al Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS), cada mascletà implica la movilización de una salida completa, compuesta por un mando y cinco bomberos, que acuden con un vehículo de primera salida (BUP o BUL). Este personal se activa desde la bolsa de servicios extraordinarios, con una duración mínima de seis horas (entre tareas de revisión de instalación, vigilancia y comprobación de la vuelta a la normalidad)". Al tiempo,concreta que ese operativo supone un coste de 1.155 euros en pago de horas, a razón de 217,50 euros por cada mando y de 187,50 por cada bombero en esas seis horas", apunta el informe.
Y respecto a medios de la Policía Local, se apunta que el servicio ordinario que apoye la prestación del servicio "necesita, de media un oficial y diez agentes de refuerzo extraordinario seleccionados de los 'servicio de bolsa', lo cual, no sólo conlleva un importante desembolso económico, (250 euros por bolsa de agentes y 300 por bolsa de oficial, lo que supone 2.800 euros en servicios extraordinarios por cada disparo pirotécnico), sino que repercute en la seguridad de otros eventos, al ser estos servicios de bolsa limitados y no recuperables en cada ejercicio anual".
Convivencia vecinal
El mismo informe abunda, igualmente, en otra consecuencia paralela respecto al incremento de eventos pirotécnicos en los barrios, ajenos a los días centrales de les Fogueres. Se trata del "elevado número de quejas recibidas por vecinos de la zona por molestias a la hora de aparcar, acceder a sus viviendas, tanto a pie como en vehículo, e incluso ruidos molestos para personas enfermas y animales", remarca el informe de Seguridad.
De ahí que el decreto dictado por Fiestas también subraye la conveniencia de establecer un criterio reglado con un número máximo de eventos autorizados en función de lo previsto en la ordenanza sectorial, toda vez que el desarrollo de esas mascletàs "puede entrar en colisión" la voluntad institucional de "compatibilizar la realización de las actividades y espectáculos que se celebran en la vía pública con la convivencia vecinal".
